-
Arquitectos: Ruiz Pardo – Nebreda
- Área: 1575 m²
-
Fotografías:Jesús Granada
-
Proveedores: Covering Chile, Herman Miller, Milliken, Amanco, ELEVATE, Guardian Glass, Holcim, Kingspan Insulated Panels, Lindner, Reynaers Aluminium, Sherwin-Williams, Trox, USG, thyssenkrupp
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Sede Corporativa se ubica sobre la carretera Panamericana a su paso por San Salvador. Frente a las construcciones comerciales e industriales que caracterizan este tramo de la carretera sin apenas proyección pública, el nuevo edificio se inserta entre ellas y se asoma con un potente voladizo participando de la intensidad del tránsito, mostrando su actividad interior y actuando como elemento renovador del paisaje urbano.
El edificio está formado por dos crujías superpuestas y dispuestas entre sí en forma de cruz, entrelazando llenos y vacíos a su alrededor. De este modo una secuencia progresiva de compresiones y dilataciones ordena y cualifica las circulaciones en torno suyo así como las áreas de acceso y estancia.
Desde la carretera se accede a la parcela por una calle interior y a través de los jardines frontales se llega a un zagúan de entrada. Esta área de compresión espacial actúa ajustando la escala a la del usuario, de modo que se entra al edificio por un espacio más recogido. La parte posterior de la parcela se dedica al aparcamiento el cual se ubica entre los pilares y pantallas del edificio. Este espacio, lejos de ser un área residual del proyecto, adquiere especial relevancia dado que está fuertemente caracterizado por la expresiva estructura que lo cubre y las áreas vegetales que lo rodean.
Se plantean unos espacios interiores continuos y diáfanos a partir de la concentración de los esfuerzos horizontales de sismo en unas pocas pantallas masivas, si bien se distinguen dos relaciones diferentes con el entorno. Por un lado el cuerpo inferior define un espacio que establece relaciones puntuales con el exterior, definido por muros con contrafuertes sobre los que apoya la losa de cubierta. Esta configuración permite disponer lucernarios lineales continuos paralelos a los muros entre contrafuertes, por donde resbala la luz. En este nivel se resuelven los accesos y el programa de visitas externas.
En el cruce de ambos volúmenes, un vacío vertical los conecta permitiendo relacionesvisuales entre los distintos niveles y programas. Aquí la luz es vertical y proviene de lucernarios en cubierta, como contraste a la espacialidad horizontal del espacio superior de oficinas.
El cuerpo superior alberga el programa de oficinas y usos colectivos. Estructuralmente se resuelve con dos pórticos longitudinales paralelos que configuran dos voladizos en los extremos, y vigas de menor sección perpendiculares a éstos. Esta pieza enfatiza la horizontalidad y se vincula con el horizonte a través de un tamiz de lamas de acero que actúan a su vez como soportes de muro cortina invertido y protección solar.
Las lamas se disponen de manera homogénea a lo largo de las fachadas longitudinales, este y oeste, de tal modo que permiten la iluminación homogénea y difusa del espacio de trabajo. Los corredores interiores que discurren junto a las fachadas actúan igualmente como áreas que evitan la incidencia directa del sol sobre el área de oficinas en determinadas horas del día.
Las fachadas Este y Oeste se resuelven por tanto con un muro cortina tipo “stick system” de suelo a techo con montantes y travesaños de acero. Montantes situados al exterior configurando el sistema de protección solar de la fachada. Las juntas laterales verticales y horizontales entre los paneles de vidrio de cada paño de vidrio se sellan con silicona neutra y cuentan con dos presores puntuales de acero inoxidable en cada lado del vidrio. La dimensión vertical de 3.200mm es constante a lo largo de ambas fachadas, y la modulación para la dimensión horizontal también es constante con un ancho de 750 mm.
Los montantes están formados por secciones armadas de acero mientras que los travesaños están formados por pletinas macizas de acero. La unión entre montantes y travesaños se realiza mediante una unión a media madera a través de unas pletinas soldadas en los extremos del montante y los travesaños. Ambas piezas se fijan mecánicamente mediante tornillería de acero inoxidable, ancladas desde el exterior. Montante y travesaño están provistos de una pieza de extrusión de aluminio anodizado denominada ‘nariz’, que se fija mecánicamente mediante tornillería de acero inoxidable a la cara interior de la perfilería de aluminio.
Por otra parte, mientras la fachada Sur se resuelve con un sistema de cerramiento acristalado sencillo montado sobre carpintería de extrusión de aluminio, el mirador que configura la fachada Norte se realiza con una estructura volada formada por secciones armadas de acero. Tanto el suelo como el techo de este mirador es metálico y está formado por paneles sándwich de acero con núcleo aislante montados in situ. Se trata de paneles portantes apoyados en sus lados cortos en las pletinas en H de acero de las lamas horizontales del muro cortina, y fijados mecánicamente a los parteluces de acero situados en paralelo a los lados largos de los paneles.
De esta manera, la celosía de lamas desaparece en la fachada Sur y el cerramiento se retranquea de la línea de estructura generando una terraza exterior, mientras que en la fachada Norte el cerramiento excede los límites del hormigón y se proyecta sobre la carretera ofreciendo vistas hacia el volcán y la ciudad.